Cuando la nada es nuestro todo.

Aprovechando el día de hoy, 25 de noviembre, día contra la violencia de género, (me gustaría resaltar que no es cosa de un día, es una lucha diaria), voy a hablar sobre el amor idealizado.

Antes de escribir esto, me he informado y me parece lamentable que sólo se nombrase el género femenino. El amor o los sentimientos no son cosas de mujeres ni de ser menos hombre.

¿Qué es el amor idealizado? En los medios de comunicación vemos la típica familia de mujer+hombre+pareja de niño y niña rubios/as+labrador=felicidad

¿Y por qué? Nos venden una farsa para homogeneizar la sociedad, perseguir unos ideales (y esto está muy presente en nuestra vida)y producir descontento.

Cada persona somos un mundo. ¿Qué pensáis del amor ideal de los cuentos que se basa en la búsqueda del príncipe azul montado en el caballo blanco? ¿Y si lo queremos verde? ¿o que sea una princesa? ¿O la madrastra? ¿Y si tiene una tortuga? Ya no seria aceptado, ni lo correcto.

Pero de todos modos, yo no creo en la media naranja, ni en el medio limón. De hecho no sé porque se compara a las personas con alimentos. Me hace pensar que somos necesidades, que somos usados por alguien que luego nos olvida y luego reciclados para volver a empezar el ciclo. Pensad en lo absurdo que es este concepto. ¿Hay alguien en algún lado del mundo hecho para ti? Y con esto no quiero ser pesimista. Desde mi punto de vista, estamos completos. No somos menos seres humanos por conformarnos con lo que somos. El amor está en nosotros, y si no nos amamos individualmente , quién más lo va a hacer.

El amor tendría que ser bonito, delicado, como el viento que mueve las hojas de los árboles en un día frío. Como un abrazo sincero de una persona que sabes que lo dejaría todo por ti y más. También sería el rastro que deja una lágrima al caer por una mejilla sonrojada. El sol que se refleja en los océanos perdidos de una mirada. Una sonrisa llena de esperanza. El libro de biblioteca que nunca antes se leyó. Ese poema que marca un antes y después en un alma. El amor lo sería todo, y a la vez nada.

No todos/as somos estrellas.

Buenas tardes!!

Hoy os vengo a hablar de mi experiencia y mi punto de vista sobre el último proyecto que hemos realizado en clase, para  la asignatura de Cultura Emprendedora.

 A cada grupo de entre 2-4 personas (en mi caso, éramos un grupo de 4 personas) se nos asignaba un discurso célebre e importante de una persona famosa. A nosotros nos tocó el discurso del cantante #Bono de #U2 “Mi nombre es Bono, y soy una estrella del rock”. Tengo que decir que, animo a todo el mundo a leerse este discurso en cualquier momento libre porque es bastante interesante. 

Para empezar esta actividad, cada uno se leyó el discurso y elegimos la parte correspondiente que se iba a aprender cada componente del grupo, según nuestros gustos y lo que nos había transmitido el cantante en la primera toma de contacto con su “vida e ideales”. En la misma semana, realizamos las preguntas y así terminamos una parte del trabajo. Lo último fue grabar nuestros audios simulando que estábamos dando un discurso a un masa de gente (aunque no es del todo cierta esta visión pero es que no todos podemos ser Bono).

En general, hemos trabajado bien en grupo aunque me hubiese gustado un poco más de interés y  participación. También un poco más de puntualidad pero no me puedo quejar de haber trabajado con mis compañeros porque todo ha ido muy bien todo. He aprendido (o eso creo) el fin de este proyecto y  la puesta en común de los discursostambién estuvo muy bien para aclarar el fin y lo que tenían en común todos los personajes. 

No se rindieron a pesar de todo.

Mi todo. Mi nada.

Se me corta la respiración cuando pienso

lo que podríamos ser juntos

sin ser nada.

La cara oculta de la Luna,

las ganas sobre humanas de volar,

de soñar.

La atracción de mi utopía,

el dogma interiorizado

ajenos a la filosofía.

La conquista de un imperio,

ventiscas solitarias

y  luchas sin remedio.

Los acordes de un músico

el alcohol de otros muchos,

la musa perdida en el Olimpo.

El héroe de una noche,

el silencio de la eternidad,

la bala perdida en la tempestad.

Podríamos ser tantas cosas

que nos faltaría vida y forma.

Pero todavía te espero

e intento contar las estrellas

por si intentas bajarlas de las nubes

y no somos conscientes

de la destrucción que podríamos causar.

Pero es que tu sonrisa ya lo dice todo

y  me roba las palabras (para hacerlas tuyas).

Oda reciproca a los medios.

Vivimos en una sistema rígido con medios, en el que cualquier saliente es silenciado sin dejar huellas. Un hogar en el que los sentimientos y emociones están a flor de piel y la cornucopia de los actos reflejos. Todos y todas formamos parte de un ejército (secundario y sin reconocimiento) de autómatas que son llamados ciudadanos libres y con derechos.  De lo poco que deja margen a la sociedad para poder salir (mínimamente) del molde,  desde mi punto de vista, es la música. Que sí, también intentan convencernos mediante los medios de comunicación y  nos intentan implantar un estilo concreto para la sumisión y homogeneidad del grupo. Y ese creo que es el papel del rock. Revolución. Alti-bajos. Realidad,  imperfección y de naturaleza fuerte. Nos arropa cuando el silencio llega a las almas y da lecciones de vida al centrar nuestros ojos en las biografías de los cantantes, baterías, guitarristas clásicos o modernos, y en las letras de sus obras de arte. Reflejan más que la mirada más sincera e inocente de la tierra. Cuentan retazos de sus  vidas, baches, experiencias y superaciones.

Inconscientemente, todo lo que no se rige a ciertas normas sociales (obviamente impuestas desde una falsedad) es criticado, maltratado e incluso objeto de debate continúo  y burla, y no excluyo a nadie del saco.  Pensar, la forma tan fácil y absurda con la que podemos dañar. Con un simple comentario generalizado nos sentimos ofendidos, pero ¿por qué? . El ser humano ya viene predeterminado desde el comienza, con ideas innatas y a la defensiva, cuando el problema no lo tienen los demás, sino nosotros/as mismos/as,  así mismo, tenemos que entender de que no somos perfectos/as. Parece muy contradictorio, pero lo que quiero decir es que todo sería menos forzado y presionado si cada uno/a se mostrase tal y como es, sin prejuicios ni etiquetas. Esto se puede ver representado en el campo de la música, y es algo que vivimos día a día. El miedo a ser o dejar de ser, a gustar o no. Incluso a que salga a la luz nuestro autentico yo. Y eso es lo bonito y complejo en realidad.